La
Formica
es el material que de forma habitual podemos encontrar en encimeras.
No es de común conocimiento que fue creada a comienzos del siglo XX (1912-1913) como un nuevo material de aislamiento eléctrico como sustitución de la mica.
Sin embargo, se convirtió en uno de los materiales más empleados en el mundo entero.
La Formica, como parte de la manufactura de aislantes, desarrolló su gama clásica de superficies laminadas desde finales de la década de 1920. Durante la Segunda Guerra Mundial, los fabricantes de este material fabricaron hélices de avión de
madera
impregnadas de plástico.
Con frecuencia la gente confunde la Formica con la
melamina
, pero la Formica es una marca de laminado a alta presión (HPL) mientras que la melanina es el nombre genérico de los laminados a baja presión (LPL).
Es más, Formica es la marca más conocida mundialmente y por esa razón es que a estos laminados HPL se les denomine así de forma genérica. Por lo general, se presentan en formatos con cuatro cantos rectos de ABS o PVC de 1 a 1,2 mm e inclusive con dos cantos postformados, generalmente con orientación vertical y dos rectos.
Hay que tomar en cuenta que la apariencia de este material es muy actual (acabados con brillo o mate), tiene una excelente durabilidad y resistencia.
Además, es fácil de limpiar y su precio es asequible. Su resistencia al calor es alta, al contrario de los revestimientos plásticos como PVC o PET y de los paneles revestidos, el laminado decorativo de alta presión permite a este material soportar altas temperaturas.
Asimismo, la Formica se caracteriza por su resistencia a la humedad y a las manchas debido a su superficie sin poros. Su resistencia a las rayaduras y al impacto también es considerable.
El proceso de fabricación de los laminados, le confiere a este producto la densidad suficiente para resistir al impacto de una variedad de objetos en su superficie así como a los rayados que implica el uso cotidiano.
Por si fuera poco, la Formica no retiene suciedad e inhibe la proliferación de hongos y bacterias puesto que su superficie no es porosa. Se trata de un material antialérgico e higiénico, lo que lo hace excelente para revestir muebles de clínicas, hospitales y centros quirúrgicos.
Por otro lado, una de las desventajas de la Formica es que solo está disponible para superficies lisas, no presentan un brillo alto tipo espejo. Los cantos y sus juntas, además, son visibles, sobre todo en el caso de los colores claros.
¿Cómo explicar lo
que es la Formica
? Aunque pueda parecer extraño, la composición de este material está hecho de papel.
Las encimeras de fórmica se fabrican en una variedad de colores, texturas y patrones, cada una de las cuales inicia con papel impregnado de resina.
El interior (o relleno) de Formica está hecho de papel marrón bañado en una resina de color ámbar, esta resina se aplica mediante rodillos.
La resina moja el papel y luego se introduce en un horno de secado, este es el procedimiento que le brinda a la Formica su grosor y su fuerza.
Entre los usos más comunes de la Formica están las mesas de comedor, las cubiertas de cocina, así como recubrimiento de algunos muebles de hospital que deben soportar una continua fricción por manipulación y movimiento.
La facción decorativa de la Formica, la parte visible, está compuesta de papel de alta calidad. Este papel se pone en una cubeta de una resina de melamina transparente para luego usar un escurridor en el que se pasa el papel para eliminar excesos.
Así también, una hoja de recubrimiento permite que pueda ser resistente al desgaste. Los arietes hidráulicos aplican entre 55 y 105 kg de presión por centímetro cuadrado sobre las pilas de papel empapado en resina que se convertirá en Formica.
La prensa calienta el papel y así las resinas se licúan y se extienden, lo que une todas las capas de la pila en una sola unidad de laminado.
Después de retirar la unidad de la prensa, se recorta y se lija la parte inferior para que el pegamento pueda adherirse a ella cuando es colocada en una cocina o baño, por ejemplo.
Las encimeras de fórmica pueden encontrarse en muchas variedades.
Existen literalmente miles de colores, texturas, tamaños y texturas que, a su vez, necesitan infinidad de configuraciones de procesos. Los
laminados
delgados, como las encimeras de forma curva, tienen sus propios parámetros de procedimientos químicos, temperatura y tiempos.
Las encimeras planas, por su parte, pueden contar con una composición completamente distinta y su propio proceso de maduración.
Asimismo, las encimeras de Formica están diseñadas para aguantar el calor, el agua y el desgaste.
Está claro que aun así pueden dañarse, sobre todo como efecto del uso y del tiempo. Afortunadamente, las virutas y rayados se pueden reparar con una facilidad relativa.
Se puede encontrar pasta de reparación laminada en la mayoría de las ferreterías y, además, cuentan con una variedad de colores que es posible mezclar para que empaten con sus encimeras.